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DISOLUCION SOCIEDADES, años 2020 y 2021, en 2024

Hoy vamos a analizar las últimas modificaciones legales relacionadas con la disolución de sociedades en España. Se trata de un tema importante, especialmente para aquellas empresas que aún sienten el impacto económico de la pandemia y la crisis derivada del conflicto en Ucrania.

Os pongo en antecedentes:
El artículo 363 de la Ley de Sociedades de Capital (“LSC”) establece que la situación de desequilibrio patrimonial, consistente en que las pérdidas acumuladas de la sociedad dejen reducido el patrimonio neto a una cantidad inferior a la mitad del capital social, supondrá una causa de su disolución.
Recordemos el Real Decreto-Ley 20/2022:
El Real Decreto-Ley 20/2022 introduce una moratoria para evitar que las empresas se vean obligadas a disolverse por pérdidas. Esto significa que, aunque una empresa haya registrado pérdidas significativas en los años 2020 y 2021, estas no contarán a efectos de disolución hasta el cierre del ejercicio de 2024. De este modo, se da un respiro a las empresas, brindándoles tiempo para recuperarse antes de que estas pérdidas puedan forzar su disolución.
Impacto de la Economía y la Central de Balances del Banco de España:
¿Y cuál ha sido la evolución empresarial en estos años? Encontramos datos concretos sobre la lenta recuperación de las empresas. Según el Banco de España, las pérdidas en 2020 alcanzaron un 68% en muchos sectores, y aunque hubo cierta recuperación en 2021 y 2022, factores como la inflación y el aumento en los costes de producción, especialmente para pymes, han dificultado un regreso al equilibrio financiero. Esto ha llevado a que muchas compañías, especialmente aquellas fuera del turismo, mantengan un alto nivel de endeudamiento.
Importantes excepciones son las empresas emergentes y los grupos fiscales.
Las empresas emergentes tienen una excepción especial que les permite evitar la disolución por pérdidas durante sus primeros tres años.
Conclusión y recomendaciones:
En conclusión, esta medida excepcional, que se espera finalice en 2024, es una oportunidad para que las empresas revisen su situación patrimonial y consideren reestructuraciones para no caer en disolución por pérdidas. De no haber una nueva prórroga, las empresas tendrán que ajustar sus capitales o reducir su patrimonio antes de cerrar el ejercicio para evitar consecuencias graves.
Gracias por acompañarnos en este análisis. ¡Hasta la próxima!