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Deducibilidad de las retribuciones percibidas por los administradores sociales
Ya no es necesario que estén aprobadas en JUNTA según sentencia del Tribunal Supremo de 18 de enero de 2024 basta con que estén previstas tales remuneraciones en los Estatutos.
Hasta ahora, no sólo tenían que estar previstas en los Estatutos sin que la Junta debía dar el visto bueno a tales remuneraciones, so pena de tenerse como una liberalidad y por lo tanto no deducible en el impuesto de sociedades.
Pues bien, ahora el Tribunal Supremo dice que no es una liberalidad. Si se ha pagado, si estaba previsto en Estatutos, si se ha contabilizado y declarado los importes es perfectamente deducible.
En el texto expone: «las retribuciones percibidas por los administradores de una sociedad anónima, acreditadas y previstas en los estatutos de la sociedad, no constituyen una liberalidad no deducible por el hecho de que la relación que une a los perceptores de las remuneraciones con la empresa sea de carácter mercantil ni por la circunstancia de que las mismas no hubieran sido aprobadas por la Junta General de Accionistas».
Parte de esta argumentación nace de la oportunidad de una mercantil cuando es unipersonal. El socio único, administrador, que es a su vez el único que tiene firma en la Junta, resulta que se aprueba a sí mismo lo que ya sabe y conoce, sin más voluntad que la suya propia. No necesita una JUNTA para aprobar lo que ya ha hecho; lo que nos lleva al problema de la redundancia que a veces desde la AEAT nos lleva por ser más puristas y más legalistas que el propio legislador.
Así pues, si los Administradores ya conocer su retribución, está contabilizada, justificada, está fijada en Estatutos, y todos conformes, ¿qué problema hay?
En resumen: que si hay unos ingresos onerosos reconocidos a los Administradores, y debidamente contabilizados, realizados y justificados, son deducibles.
Fueraparte, tampoco está de más aprobarlos en JUNTA. Pero lo que nos tranquiliza es que Hacienda, que va buscando donde meter la cuchara, y en esta ocasión no va a tener ocasión.